martes, 30 de octubre de 2007

candidato

hombre de 2 piezas de alambre galvanizado 22 x 21 cm.

Pertenece a una colección de personajes hechos de alambres recogidos en la avenida Las Condes en Santiago de Chile, el año 1993. Estos alambres fijaron carteles de propaganda de algún político para las elecciones de ese año.
El candidato, de porte distinguido y gesto amplio, no tiene nada en su cabeza.

Septiembre Alma de Alambre


Texto escrito para la exposición "Septiembre Alma de Alambre" realizada en las sede Los Castillos de la Universidad Popular de Alcorcón, en septiembre del 2007

Con las manos se acaricia, se golpea, se escribe, se crea , se mata, se amasa, se señala... y de pronto otra vez septiembre... en Chile la fiesta es explosión de color y sabor. Las manos agitan pañuelos al son de la cueca, borrachos de patriotismo, los huasos se toman las calles... y vino aquel 11 de septiembre, ese año los volantines no dejaron ver los helicópteros que iban y venían al mar... de pronto otra vez septiembre 11... el terror se hace global, la gente cae desde el cielo en Nueva York. Se me pone el alma de alambre y me gustaría estar dentro de una botella como un s.o.s flotando en el océano, esperando llegar a cualquier playa desierta o en el columpio que meció las horas de mi infancia, pero estoy aquí, hecho de los minerales mas diversos y profundos de la tierra, caminando por Santiago primero, Latinoamerica después, finalmente Madrid, camino y camino mirando el suelo, sin entender.

Sin explicación voy recogiendo trozos de alambre doblados, oxidados, aplastados. Pienso que el alambre recuerda que alguna vez fue un elemento puro y brillante que el hombre arrancó con sus manos de la garganta de la tierra... con mis manos quiero reinventarlo, transformarlo... transformarme.

Con alambre se atan las luces navideñas sobre las calles de Madrid, las vallas que nos separan de las obras, las fotos del candidato de algún partido, los andamios de una reconstrucción y en otros rincones del mundo, aun hoy, las manos de los adversarios antes de acallarlos con una ráfaga de fusil.

Retorcidos, después de dar mil vueltas, este setiembre ven la luz algunos alambres que estuvieron en el fondo de un armario, la fosa común de mi memoria y otros nacidos para la ocasión, se instalan en la luz clara de este espacio que hoy nos acoge mirando al futuro... al futuro esplendor.


Álvaro Silva Wuth
Madrid, 2007